En la lucha contra la contaminación  y esa gestión de los residuos de plástico, el sector del agua envasada mantiene su particular batalla. La lata y el cartón ganan cada vez más fuerza, si bien los expertos expresan sus dudas en cuanto a la sostenibilidad real de estas opciones.

El cartón ya es la apuesta de varias marcas de agua para embotellar. El objetivo es que sea reciclable de forma total y para ello es necesario separar el cartón de las capas de aluminio y polietileno, recuperar los dos primeros y utilizar el tercero de cara a producir la energía que alimente el proceso.

En este proceso es muy importante concienciar al consumidor de depositar el envase en los contenedores amarillos de plástico y no en los azules de cartón.

En cuanto a la lata, su reciclaje es infinito sin perder calidad además de estar compuesta de un solo material como es el aluminio el cual tiene un reciclaje sencillo. Por otra parte, es considerado por algunos expertos como el envase menos recomendables ya que su producción tiene unos costes medioambientales no sostenibles, por lo que no mejoraría al plástico.