Si alguna vez habéis deseado tener un pez u os habéis fijado en ferias, en puestos donde vendían animales, habréis visto que se vendían peces. Estos peces se elegían de un acuario, lo cual también sucede en tiendas especializadas, y si la persona compradora ya disponía de acuario y no deseaba comprar otro, no se llevaba el pez en un acuario… ¿Cómo podía hacer para trasladar adecuadamente al animal?

Como para muchas otras cosas, las bolsas de plástico eran y son una gran solución, y este caso no es una excepción. Otros acuarios de plástico o pequeños suponían un mayor coste por lo que en estas tiendas se suele optar por meter al pez en una bolsa de plástico junto con agua suficiente para poder transportar de manera económica y sencilla al animal.

Esta solución obviamente es momentánea, la bolsa de plástico puede pincharse y así caer el agua, poniendo en peligro al animal. Lo mejor en estos casos es llevar la bolsa de plástico en la mano e ir a casa lo antes posible para introducir en el pez en el acuario.