Los envases plásticos para alimentos deben cumplir con la normativa vigente y estar fabricados con materiales autorizados, que no modifiquen ni la composición ni el sabor, el olor de los alimentos y no contengan componentes que puedan ser perjudiciales para la salud.

Estos componentes plásticos presentan varias ventajas, de ahí que se haya extendido rápidamente su uso en el campo de la alimentación, sobre todo en la sociedad actual, en la que una gran parte de la población tiene que llevarse la comida al trabajo. Es por ello que son materiales ligeros, con diversas formas y resistentes, que soportan bien el calor.

Todo recipiente apto para el uso alimenticio debe llevar su sello o marca y también debe especificar si es apto para microondas y congelador, ya que no todos lo son. Lo mismo sucede con los lavavajillas.

Los alimentos más recomendables para consumir de envase son los hidratos de carbono (pastas, arroz, etc) y las verduras. Es recomendable, en el caso de las ensaladas o verduras, añadir un poco de jugo de limón, que evitará que se generen microorganismos indeseados y ayudará a mantenerlo fresco. En la medida de lo posible, debemos evitar los alimentos que contengan huevo o derivados del lácteo, así como mariscos y pescados, que son mas propensos a la hora de que proliferen las bacterias.