Gracias a post anteriores, ya sabemos qué hay que tirar al contenedor amarillo, pero… ¿conocemos lo que no debemos tirar? Hoy queremos explicaros qué objetos no debemos tirar a este contenedor.

Muchos productos de los que queremos deshacernos acaban en el contenedor erróneo. Es normal caer en el error de que todos aquellos objetos que estén fabricados de plástico, y que ya no necesitamos, vayan directamente al contenedor amarillo, pero no tiene que ser así en muchas ocasiones. Todos estos productos que terminan en el contenedor equivocado se denominan “impropios”.

Para refrescar la memoria ¿Qué es lo que sí debemos que tirar al contenedor amarillo?

– Todos los envases de plástico: botellas de agua, de refresco, de leche, envases de productos de limpieza, de gel de baño, de colonia, champús y del estilo, tarrinas de mantequilla, de yogur, bandejas de corcho blanco para alimentos, envoltorios de plásticos de bollería, bolsas de aperitivos, bolsas de plástico de los comercios, etc.

– Envases brick: batidos, leche, zumos, caldos, sopas, etc.

– Todos los envases metálicos: botes de bebidas, latas de conserva, bandejas de aluminio, aerosoles, tapas y tapones metálicos, etc.

Pero, ¿qué no debemos tirar al contenedor amarillo?

– Juguetes de plástico: deben ir al contenedor de restos, aunque también existen diferentes ONG´s que recogen juguetes usados para obras sociales.

– Biberones y chupetes, también van al contenedor de restos.

– Los cubos de plástico: como los de playa, son elementos que podemos reutilizar en nuestro hogar como recipientes, pero una vez que se rompen o queremos cambiarlos por unos nuevos, podemos tirarlos en el contenedor de restos.

– Utensilios de cocina que con el paso del tiempo y el uso dejan de ser útiles, como una espátula o un escurridor no se depositan en el contenedor amarillo.