Desde su obtención a partir del petróleo, carbón de hulla, gas natural y otros elementos con carbono presente, el uso intensivo del plástico se debe a la cantidad de propiedades de las que dispone. Una de ellas, y de las mas interesantes es la plasticidad.

Nos referimos al término plasticidad al que puede referirse a la propiedad de aquello que dispone de la capacidad de cambiar de forma y conservarla de modo permanente, así como significa también una propiedad mecánica de diversas sustancias que son capaces de sufrir una deformación irreversible y permanente cuando son sometidas a una tensión que supera su rango o límite elástico.

Referirse a la plasticidad de los materiales es hacerlo en relación con los cambios irreversibles en esos materiales. En contraposición al comportamiento elástico que se define como termodinámicamente reversible, un cuerpo que se deforma lleva a cabo cambios de entropía similares al desplazamiento de las dislocaciones.
En el caso del plástico, parte de la energía se disipa internamente en lugar de transformarse en energía potencial elástica.

Si buscamos un comportamiento perfectamente plástico , se trata de algo menos frecuente que además lleva consigo la aparición de deformaciones irreversibles por pequeña que sea la tensión, la arcilla de modelar y la plastilina se aproximan mucho a un comportamiento perfectamente plástico.