Siempre se ha puesto en duda la gestión de los residuos de España. Y no es para menos. A la hora de separar y tratar los desechos de los ciudadanos, los datos no son nada buenos.
Se constata que los modelos tradicionales de producción y consumo españoles deben avanzar más profundamente hacia un sistema de reutilización de materiales, la sostenibilidad ambiental y las bajas emisiones de gases de efecto invernadero.
La realidad es que el 54% de los residuos generados por los españoles termina por ser arrojado a un vertedero sin ningún tratamiento ni separación de materiales previo. El porcentaje dobla con crece la media de este tipo de desechos en la Unión Europea, que no llega al 24%.
Con esto, cabe destacar que es muy difícil alcanzar en 2030 el objetivo europeo de que solo el 10% de estos desechos terminan en vertedero. Toca ponerse las pilas.